ESTRUCTURA DE LA LÓGICA
Cuando hablamos de
"estructuras lógicas " nos referimos a totalidades o formas del
pensamiento que se relacionan entre sí. Consiste en un conjunto acompañado con
una colección de funciones y relaciones finitas las cuales están definidas en
él.
Un juicio es la
estructura lógica formada por conceptos (concepto sujeto, concepto predicado)
relacionados mediante nexos (verbo o conectivas, por ejemplo: y, o, sin
embargo, o bien esto...o bien lo otro, entre otros).
Los conceptos son
representaciones de las cosas, en la interioridad del sujeto. En sentido amplio
se lo puede llamar: idea, noción, concepto mental, representación intelectual.
Aristóteles diferenció
los términos mediante los cuales comunicamos nuestros conceptos o ideas. Los
términos categoremáticos son los que tienen significado en sí mismos y hacen
referencia a alguna categoría. Los sincategoremáticos son los nexos, que no
tienen significado en sí mismos y que necesitan de otros términos para adquirir
significado.
En la lógica el
pensamiento conlleva una estructura dividida en:
Concepto Juicio y Razonamiento.
Concepto: La
palabra concepto, etimológicamente hablando, proviene del latín conceptum y
significa algo concebido. Es la
operación más sencilla del pensamiento y es la parte que identifica las notas
distintivas de un objeto con relación de otro. Un objeto u objetos con determinada identidad o
característica, que se identifica a través de la representación mental, es un
trabajo intelectual, subjetivo, que parte de lo existente y que se va
transmitiendo de persona a persona.
Las
operaciones auxiliares del concepto son:
·
-La observación atenta del objeto
a conocer.
·
-La abstracción y,
·
-La reflexión del entendimiento
sobre las representaciones adquiridas.
Las
dos propiedades del concepto son la comprensión y la extensión, una vez que un
concepto es adquirido se convierte en predicamento, o sea, un instrumento de
predicación.
La
comprensión: consiste en la nota o conjunto de notas característica de un
objeto o de una clase de objetos.
La
extensión (lógica) de un concepto: Es la calase de los individuos determinada
por la comprensión del propio concepto.
Las
categorías particulares son conceptos que tienen la
mayor extensión en un área o dominio de conocimientos, de manera que lo abarcan
por entero.
Las
categorías generales son grupo de conceptos de
extensión máxima y comprensión mínima, elaborado de tal manera que cualquier
serie conceptual cae finalmente bajo la extensión de uno de ellos.
Las categorías
son los conceptos más generales y suficientes en los que podemos definir otro
concepto y según Aristóteles son 10:
ü Sustancia
ü Cualidad
ü Cantidad
ü Relación
ü Lugar
ü Posición
ü Tiempo
ü Estado
ü Acción
ü Pasión
Juicio: Si el concepto
es la primera operación del entendimiento, el juicio es la segunda, por medio
de la cual el entendimiento compara dos ideas o conceptos.
A partir de la comparación que se
establece, por medio del juicio, el entendimiento afirma o niega los elementos
que determinan la relación.
En todo juicio hay tres elementos fundamentales:
·
El
sujeto, sobre el cual se va a afirmar o negar algo.
·
El
predicado que se afirma o niega, con respecto al sujeto.
·
La
copula, que es el elemento de enlace entre el sujeto y el predicado.
El juicio se entiende como la operación del entendimiento según la cual
compone y divide, afirma o niega.
De acuerdo con su cantidad, los juicios
pueden ser:
·
Universales:
cuando el predicado se extiende a toda una clase de objetos sin excepción
alguna. Ejemplo: “todos los hombres son mortales”.
·
Particulares:
cuando el predicado se extiende a una clase determinada de objetos. Ejemplos:
“algunos hombres son profesionales”
·
Individuales:
cuando el predicado se extiende a un solo individuo. Ejemplo: “Bolívar fue un
héroe”
De acuerdo con su relación, los juicios se
clasifican en:
o
Categóricos:
son aquellos en que entre el sujeto y predicado se encierra una afirmación
absoluta que no depende de ninguna condición.
o
Disyuntivos:
son aquellos juicios en que el sujeto puede ser determinado por varios
predicados, pero al final el sujeto termina siendo predicado solo por uno de
ellos.
o
Hipotéticos:
Son aquellos juicios en que la relación entre el sujeto y el predicado está
subordinada a otra relación que es una condición.
De acuerdo con la modalidad los juicios se
clasifican en:
§
Problemáticos:
son aquellos en que la relación entre el sujeto y el predicado se expresa como
posible; en dichos juicios aparece por lo general los términos “puede ser
§
Asertóricos:
son juicios en donde la relación sujeto predicado implica una realidad.
§
Apodícticos:
son juicios en donde la relación sujeto predicado expresa una necesidad.
La Proposición: Es la expresión verbal
del juicio. También es denominada oración. En ella encontramos los tres
elementos esenciales del juicio. Un sujeto, un predicado y el elemento que
sirve de enlace: el verbo; Las proposiciones se pueden dividir en simples y
compuestas.
o
Simples
son aquellas que en su estructura no encierran más que un sujeto y un
predicado, y por tanto, una sola afirmación
o
Compuestas
son las proposiciones conformadas por varios sujetos y varios predicados, que
pueden estar realizando varias actividades.
Clasificación de las proposiciones
1.
Enunciativas:
en ellas expresamos un sentido que encierra tan sólo una simple manifestación
ya sea esta afirmativa o negativa
2.
Interrogativas: en ellas se expresa el deseo de saber, de conocer de satisfacer
una curiosidad,
encierran por tanto una pregunta.
3. Optativas:
expresan un deseo y pueden expresarse de diferentes modos, de ahí su carácter
de optativas.
4. Imperativas:
expresamos una orden o mandato.
La identificación de los elementos de la
proposición se puede realizar desde dos puntos de vista: el tradicional y el
moderno. De acuerdo al análisis tradicional la proposición presenta los
siguientes elementos.
1.- Dos conceptos objetivos, de los
cuales uno se refiere a lo que se afirma, y otro se refiere a aquello de lo
cual se afirma. A éste se le llama sujeto y al otro se le dice predicado.
2.- Un concepto funcional, que se llama
cópula y cuya función consiste en relacionar al predicado con el sujeto. Este
concepto funcional se expresa por el verbo “ser”.
En la mayoría de las proposiciones se da
una relación entre dos elementos sin que se haga énfasis en la extensión de
ellos, sino que los estructura en un duplo. En una especie de par ordenado.
El enunciado es la expresión lingüística
de la proposición, revistiendo está mayor importancia entre el concepto y el
razonamiento, una característica exclusiva de las proposiciones es la verdad o
falsedad de su contenido, que no se da en las otras clases del pensamiento.
Ambos análisis tienen bases racionales,
el tradicional tiene una base lógica de las clases y la moderna se inclina por
la lógica entre las relaciones. Conforme a la lógica tradicional, el verbo ser
o la cópula, puede dar lugar a diversas interpretaciones que son: igualdad,
pertenencia, inclusión, predicación y atribución existencial.
Una proposición debe ser clara, para
transmitir de manera precisa el razonamiento adquirido sobre determinados
conceptos que culminan con una conclusión.
Razonamiento:
consiste en relacionar conceptos, encadenados a
varias proposiciones, de tal manera que una de ellas se apoya en las demás, que
originan una conclusión, debe haber conceptos que guardan el carácter de
supremacía o subordinación respecto de otros. Se
parte de una idea, de un concepto, se verifica en la experiencia, se razona, se
piensa y se relaciona con otros hechos y de allí se infiere o se extrae algún
resultado. De esta manera, el conocimiento se consolida como un proceso, en el
cual el sujeto relaciona una serie de hechos a partir de los cuales extrae una
conclusión. El proceso mediante el cual, el sujeto relaciona dos juicios, para
inferir uno tercero, se denomina razonamiento. Se parte de algo conocido,
expresado en un primer juicio; se relaciona con otro estableciendo cierta
consecuencia y se llega a la solución buscada, que era hasta el momento
desconocida.
El mecanismo
de razonamiento consiste en una verdadera sustitución de conceptos, en donde se
usa un concepto en lugar de otro, porque se ha establecido entre ellos una
relación de identidad.
El argumento
es una entidad lingüística que se emplea como expresión del razonamiento. Éste
solo podrá ser aceptado o rechazado si es conocido a través de aquel. El
razonamiento, por ser de carácter lógico, está formado por conceptos y
proposiciones, mientras que el argumento, por ser de naturaleza lingüística, consta
de términos y enunciados. Un argumento
será pues la misma que la de razonamiento, salvo que en lugar de proposiciones
pondremos enunciados.
“El argumento
es una cadena de dos o más enunciados relacionados de manera que uno de ellos,
de ordinario el último, se deriva de los demás.”.
Los elementos
del razonamiento son:
a) La materia
la cual se refiere a las proposiciones. Los conceptos que en ella se encuentra,
también forma parte de la materia.
b) La forma,
es decir, la relación derivativa.
En el
razonamiento se debe distinguir la forma y el contenido siendo la primera la
que interesa a la lógica. La verdad o falsedad es una propiedad exclusiva de las
proposiciones, y de la misma forma, la validez o invalidez es una propiedad
exclusiva de los razonamientos por su forma. Hay diversas clases de
razonamientos, como son: 1) ciertos y probables y 2) los razonamientos simples
y compuestos.
Bases para un buen
razonamiento.
a.La
existencia de dos juicios.
b.Que en
dichos juicios uno sea consecuencia del otro.
c.La
existencia de un origen lógico, deductivo, donde primero estén las premisas
(juicios) y a partir de ellas se elabore la conclusión.
d.La
conclusión obtenida no puede ser igual a las premisas.
Silogismo y
sus elementos: La forma más perfecta del razonamiento es le silogismo. En este
se encuentran relacionados tres juicios, siendo el último de ellos un aporte
nuevo al conocimiento, porque es inferido a partir de la relación de los dos
primeros.
Estados
de Piaget
Son cuatro los estados que caracterizan
el desarrollo Cognitivo del niño y del adolescente.
Sensoriomotor: abarca el período que va de los 0 a los 2
años, esta etapa es importantísima ya que logra sobre su culminación distintas
habilidades motrices y mentales. Los primeros movimientos voluntarios son
extensiones de actos reflejos, de allí que la mayoría de sus movimientos se
dirigen al propio cuerpo y no a objetos distantes. Promediando este período y
ante la creciente coordinación visual motriz él bebe ya puede dirigir sus actividades
a objetos más distantes. En el epilogo de esta fase ya está en condiciones de
ver el mundo en imágenes y símbolos mentales, otra característica de esta fase
está dada por el inicio del habla que le permite representar objetos ausentes,
por último las actividades lúdicas constituyen un factor muy importante. Progresa
desde las conductas innatas,
caracterizadas por la succión, prensión y lloro, hacia pautas motrices más
específicas controladas deliberadamente. Hacia el final de este período, se
pueden manipular objetos físicos del entorno para satisfacer el hambre o la
curiosidad y se pueden imitar varias conductas de las personas adultas Pueden
responder a cosas que no están directamente a la vista, con lo cual los objetos
físicos han asumido una realidad no sólo física, sino también cognitiva.
Pre operacional: que se extiende desde
los 2 años hasta los 7 aproximadamente, asimismo a éste lo podemos dividir en
dos subastados , uno pre conceptual que se extiende entre los 2 a 4 años en
donde la habilidad más destacada pasa por el razonamiento transductivo, esto
significa sencillamente que los niños razonan, pero sin el alcance inductivo ni
deductivo, sino yendo de un caso particular a otro caso particular con la finalidad
de formar preconceptos, un ejemplo de esto sería cuando los niños observan a
sus madres peinándose y en esa ocasión ellas lo hacían para ir de compras, a
partir de una situación similar siempre asociarían que salen de compras. Otra
particularidad de este período esta signada por el juego simbólico y las
conductas egocéntricas.
El segundo su período es el intuitivo,
su edad mental transcurre entre los 4 a 7 años aproximadamente, su inteligencia
se circunscribe a ser meramente impresionista, ya que solo capta un aspecto de la
situación, carecen aún de la capacidad de conservación de cantidad y esto se
debe entre otras cosas a que son incapaces de retrotraer el proceso al
punto de origen. Desarrollan su
capacidad para formar símbolos mentales que les permiten representar cosas o
hechos, incluso en ausencia de éstos. Jugar a las casitas o a cualquier otro
juego simbólico es lo que caracteriza a este estadio. Progresan en el
desarrollo del lenguaje y lo usan activamente en el juego simbólico. Siguen
teniendo una perspectiva egocéntrica y ven la realidad, en buena medida, tal
como les afecta a ellos; por consiguiente sus explicaciones pueden establecerse
de forma que estén de acuerdo con sus propias experiencias
Operacional Concreto.: su período se
extiende entre los 7 a 11 años aproximadamente, el razonamiento se vincula en
esta etapa casi exclusivamente con la experiencia concreta. Tiene la capacidad
de describir su medio, también ya adquirió la facultad de conservación de
sustancias y pesos como asimismo la habilidad de descentración y la formación
de clasificaciones coherentes. Por último se encuentra el estadio operacional
formal, éste lo ubicamos entre los 11 años hasta la adolescencia, los jóvenes
ya en esta etapa pueden razonar de manera hipotética y en ausencia de pruebas
materiales. Asimismo está en condiciones de formular hipótesis y ponerlas a
prueba para hallar las soluciones reales de los problemas entre varias
soluciones posibles, alcanzando en esa oportunidad el razonamiento hipotético
deductivo. logran
precisión a la hora de comparar y contrastar objetos de la realidad concreta y
pueden llegar a predecir correctamente qué varilla de una serie es más larga o
qué jarra tiene más agua. Sin embargo. aunque sus explicaciones y predicciones
ya no se basan en su visión egocéntrica o en un estado de ánimo momentáneo,
todavía requieren la comparación y contrastación con las cosas reales; no
pueden manejar contraposiciones simbólicas del tipo de si todo A es mayor que C
y C mayor que B, todo A es mayor que B. En otras palabras, tienen
representaciones cognitivas de la realidad, pero sólo pueden manipular
relaciones entre
Operaciones
Formales: a partir de los once años. En este periodo pueden comparar y
contrastar alternativas que sólo existan en su mente. El mayor desarrollo del
lenguaje le permite también interpretaciones mejores. Piaget hace hincapié en
que la característica principal de este último período (que continúa en la edad
adulta) es la capacidad para manejar constructos mentales y para reconocer las
relaciones que existen entre dichos constructos. Para comprender que si un
coche viaja quince kilómetros con un litro de gasolina, viajará ciento
cincuenta con diez litros de gasolina, son necesarias las operaciones formales.
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